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miércoles, 29 de febrero de 2012
RUTA SAJA NANSA EN COCHE: LOS DESFILADEROS
lunes, 27 de febrero de 2012
SITUACIÓN ACTUAL DEL PERMISO ARQUETU
viernes, 24 de febrero de 2012
JULIÁN VÉLEZ RETRATA NUESTROS PUEBLOS COSTEROS
miércoles, 22 de febrero de 2012
BELÉN CEBALLOS RETRATA NUESTROS PUEBLOS DE INTERIOR
viernes, 17 de febrero de 2012
CURSO GRATUITO DE BLOGGER
jueves, 16 de febrero de 2012
NANSAEMPRENDE 2012, UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA LOS EMPRENDEDORES
miércoles, 15 de febrero de 2012
UN TERRITORIO... MUY PROTEGIDO
Hay figuras que sólo afectan a espacios muy limitados y definidos en municipios concretos, como el Área de Protección del Oso Pardo reducido a un pequeño espacio de Polaciones, las 2 hectáreas del Monumento Natural de las Secuoyas en Cabezón de la Sal, o el amplísimo espacio subterráneo de la Cueva del Rejo en Val de San Vicente para la protección de los murciélagos. Los espacios más importantes en extensión corresponden a los 2 Parques Naturales, Oyambre y Saja Besaya, los 7 espacios LIC y las 3 zonas ZEPA.
Desde la perspectiva municipal encontramos 5 municipios que tienen un porcentaje muy alto (más del 50%) de superficie protegida. Polaciones con un 100% protegido, y Los Tojos con un 90%, situados en la zona sur de la comarca, son los que cuentan con más porcentaje de superficie protegida con respecto a la superficie municipal, seguidos de San Vicente de la Barquera y Peñarrubia con alrededor del 70% de su superficie, y de Tudanca con un 65%. En la mayor parte de ellos la zona protegida supera el 20%.
El territorio de muchas de las distintas figuras y espacios de protección se solapan, haciendo que una gran parte de los 453 km2 protegidos lo estén bajo varias figuras. Si comprobamos el cuadro de los espacios y los municipios cuyo territorio se ve afectado, vemos que Peñarrubia, Polaciones o Val de San Vicente aparecen en 5 ocasiones, y que Tudanca o Los Tojos lo hacen 4 veces.
El listado de espacios y municipios afectados es amplio:
Parque Natural Saja Besaya. 24500 ha. Los Tojos, Ruente, Cabuérniga, Campoo de Suso, Cieza y Arenas de Iguña.
Parque Natural de Oyambre. 5700 ha. Val de San Vicente, San Vicente de la barquera, Udías, Valdáliga y Comillas.
Monumento Natural de las Secuoyas. 2,5 ha. Cabezón de la Sal
RED NATURA: Lugares de Interés Comunitario (LIC)
Valles Altos del Nansa, Saja y Alto Campoo. 51000 ha. Cabuérniga, Lamasón, Peñarrubia, Polaciones, Ruente, Los Tojos, Tudanca, Cieza, Comunidad Campoo-Cabuérniga, Campoo de Suso y Arenas de Iguña,
Sierra del Escudo de Cabuérniga. 782 ha. Valdáliga.
Rías Occidentales y Duna de Oyambre. 1272 ha. Val de San Vicente, San Vicente de la Barquera, Valdáliga y Comillas.
Liébana. 42500 ha. Peñarrubia, Potes, Tresviso, Camaleño, Vega de Liébana, Pesaguero, Cillórigo y Cabezón de Liébana.
Río Deva. 397 ha. Peñarrubia, Val de San Vicente, Vega de Liébana, Cillorigo, Camaleño, Pesaguero, Cabezón de Liébana, Potes
Río Nansa. 561 ha. Rionansa, Lamasón, Herrerías, Tudanca, Val de San Vicente
Río Saja. 321 ha. Cabuérniga, Ruente, Los Tojos, Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Comunidad Campoo, Cabuérniga
RED NATURA: Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA)
Desfiladero de La Hermida. 6350 ha. Peñarrubia, Cillorigo.
Sierra Peña Sagra. 5020 ha. Rionansa, Polaciones, Lamasón, Tudanca, Peñarrubia, Cillorigo, Cabezón de Liébana.
Sierras del Cordel y cabeceras del Nansa y Saja. 16200 ha. Comunidad
Campoo- Cabuérniga, Tudanca, Los Tojos, Polaciones, Hermandad Campoo de Suso
RED NATURA: Conservación de Murciélagos
Cueva del Rejo. 180 ha. Val de San Vicente
martes, 14 de febrero de 2012
DÍAS DE CARNAVAL
Nuestra región no es extraña a esta tradición, y llegadas estas fechas nos suelen llegar noticias e invitaciones a unirnos a fiestas de distintos pueblos y municipios.
Nos llega para este mismo fin de semana la propuesta de San Vicente de la Barquera, con su pasacalles y fiesta infantil para el viernes 17 de febrero, y su concurso de murgas y pasacalles para el 18, sábado.
La semana siguiente arrancan las celebraciones de Cabezón de la Sal, que inician sus fiestas el jueves 23 de febrero con un Carnaval para mayores. El viernes se lo decían a los más pequeños con disfraces karaoke e hinchables, y dejan la fiesta grande para el sábado 25, con un gran desfile de disfraces, la actuación de charangas y un macroesopectácilo de luz y sonido.
Pero sin duda alguna el más original y auténtico de nuestras festividades canavaleras se celebra cada año en los Zamarrones del municipio de Polaciones. Ya son muchos años en los que una estupenda labor de la Asociación Sociocultural Pejanda ha conseguido despertar una tradición perdida durante muchos años. Resulta espectacular poder disfrutar de los barrocos atavíos de los zamarrones blancos (con esa larga vara, el “zamárganu”, que les sirve además para apoyarse en sus saltos) o los ocurrentes zamarrones negros, que son los encargados de escenificar las trovas y comparsas que cada año se componen con temas de la actualidad del valle.
El sábado 25 las comparsas recorrerán todos los pueblos de Polaciones, y tendrán una especial parada en Pejanda, sobre la 1 del mediodía, donde harán entrega de su zamarrón de honor a TELECANTABRIA, “por su reiterado apoyo a la cultura rural y en especial, por la magnífica cobertura informativa de nuestro carnaval, contribuyendo al conocimiento y difusión de una de las señas de identidad más características del Valle.”
lunes, 13 de febrero de 2012
CABUÉRNIGA... AL DETALLE
¿POR QUE CABUÉRNIGA SE LLAMA CABUÉRNIGA?
En un escrito de 978 del Cartulario de Covarrubias se puede leer “In Kaornega, illo monasterio Sancti Fructuosi que vocintant illa Mina”. La cita a la población de La Miña (o “Lamiña”, la más antigua del municipio de Ruente) nos permite saber el nombre del valle en la Alta Edad Media: “Caor Nega”. Luego, por deformación derivó al actual “Cabuérniga”. Hasta ahí la historia. Pero si analizamos este nombre que nos brinda el Cartulario podemos tratar de rastrear su etimología. “Caor” es lo mismo que “Car” o “Quer”, o con “k” si se quiere. Palabra de origen prehistórico que hace referencia a la parte prominente (de ahí “cara”) y por extensión a la piedra, a la roca, al punto elevado, a una altura rocosa y, como extensión, a “ciudad” o más propiamente “establecimiento”, pues en - sobre - la roca o lugar prominente se levantaba el hábitat. La palabra “car” hunde sus raíces en la profundidad del tiempo y da nombre a sitios como Karnak en Egipto, Carnac (el mismo topónimo) en Bretaña, Caermarthen en Gales, Cornualles en Inglaterra, Quer Foradat en el Pirineo catalán, Cabuérniga o Carmona en Cantabria. La vocal muta de “a” a “o” (o aparecen las dos conjuntas) o de “a” a “e”; un fenómeno muy frecuente en toda observación filológica. La segunda parte del topónimo: “Nega” (o “Niga”) lo encontramos de forma repetida en topónimos como los señalados “Car-nac”, “Kar-nak”, “Cor-nualles” (o “Cor-nwall” en inglés)... “Nega” a solas lo encontramos en la localización de “Noega” en Asturias, “Noya” en Galicia, “Noja” en Cantabria, “Anoia” en Cataluña, parece ser que también “Noriega” (en Asturias), etc... Y en todos estos nombres, amén de su evidente relación fonética con “anegar”, acostumbra a haber un punto en común: una leyenda que les vincula con la llegada de Noé, el patriarca que se salvó del Diluvio. O los que se salvaron del Diluvio: en plural. En América, los nahuas se consideran supervivientes de una gran inundación que sepultó en el océano a su patria original. También los inuits tienen una leyenda que narra como algunos pocos se salvaron del gran diluvio. La misma palabra: nahua, inuit, Noé, Noega... Noega hace también referencia concretamente - según la leyenda - a una nieta de Noé. En Noya, en Galicia, la tradición cita su arribada a esa localidad para repoblarla tras el Diluvio. Noega tiene el significado de “relativa a Noé”. Cabuérniga - Kaor Nega -, puede bien ser pues “la población (el establecimiento, la ciudad) de la de Noé” (o “los de Noé”). En Cabuérniga, en sitios elevados como atestiguan los menhires de Sejos o las estructuras tumulares de la Braña de la Haya (Carmona) y de la Braña del Pozo (Valle), se habrían podido establecer algún día los supervivientes de la gran inundación que acabó con la cultura que nos legó las pinturas de Altamira, El Castillo, Chufín, El Pendo, Covalanas, El Pindal, etc... Y tuvieron buen cuidado de levantar su nuevos hábitats en lugar encaramado: no fuese a caerles de nuevo el cielo sobre su cabeza... y alcanzarles el agua.
¿POR QUÉ EL VALLE DE CABUERNIGA ES “REAL”?
El valle de Cabuérniga o Caórnega estuvo bajo la dominación de la casa de Mendoza-de la Vega, punto confirmado por sentencia real de Juan II en el año 1444. Este dominio señorial sobre tierras habitadas por gentes de behetría dio lugar en 1544 a un pleito que se entabló en 1544 y que se conoce como el “pleito de los Valles” pues comprometía a Cabuérniga junto con los otros valles de las Asturias de Santillana. Dicho pleito no sería resuelto hasta 1581 y en tal resolución se reconocía el realengo de estas zonas. Quedaban bajo el rango superior del rey en detrimento de su vasallaje anterior.
viernes, 10 de febrero de 2012
EL MONTE CORONA
Me vio nacer diminuto, y a él yo le conocí siendo siempre un gigante. Ochenta inviernos llevo viendo desnudarse de hojas sus robles recios, y ochenta primaveras sus brotes verdes me dan testimonio de que la vida renace constantemente.
Cumbres doradas por el sol, donde cada mañana las aves entonan sus trinos, y hondonadas de húmedos líquenes donde, en constante renuevo, se multiplican los microorganismos… Y por cumbres y hondonadas la elegancia del corzo estilizado, la tozudez del jabalí, y la cautela del zorro astuto. Y tasugos, comadrejas, garduñas y ginetas con otros mustélidos de menor cuantía dan vida a este monte de mis recuerdos…
Impertérrito, sigue el gigante… Ofreciendo la belleza de la frondosidad de sus robledales, hayedos, y estilizados abedules a la vista del turista curioso. Y mostrando rincones bucólicos, y ermitas centenarias y altozanos con panorámicas de ensueño.
Yo guardo del Monte Corona otros recuerdos que me atan a él como la naturaleza nos ata a los pechos de una madre… A Corona fueron a pastar las vacas y ovejas cuya leche nos sirvió de sustento en la penosa posguerra. De Corona se bajaron carros y carros y de rozo para mullir las camas de nuestras bestias cuyos desechos transformados en estiércol abonaron las tierras que tantas boronas permitieron partir y repartir a los hijos, poco menos que famélicos, de aquellos padres de entonces.
Y su leña fue fuego inagotable que ardió sobre el llar de todas las casas donde al calor crepitante de sus astillas de roble, se cocieron pucheros de alubias con berzas y patatas mezcladas con menguados trozos de tocino y muy contados chorizos.
En torno a esas lumbres calentamos en invierno los críos de entonces las manos doloridas de frío y las orejas hinchadas de sabañones, mientras nos recostábamos en el regazo amoroso de la madre o de la abuela y nos adormecíamos escuchando la historia de un cuento fascinante.
UNA NUEVA VÍA: RUTA 6
Desde que hace unos años la asociación Sonrisas de Colores pusiera en marcha su proyecto con el objetivo de colaborar en la mejora de las condiciones de vida de los huérfanos de Bal Mandir, en Nepal, Cabezón de la Sal no ha parado de colaborar de distintas maneras en este proyecto. Una de sus iniciativas fue montar, con motivo de las navidades, un mercadillo solidario en el periodo navideño que vendía objetos usados al precio simbólico de 1 euro. El éxito de la iniciativa les ha llevado a convertir esta propuesta en algo permanente, y de paso, proponer otras actividades. La colaboración de empresas y voluntarios les han permitido acondicionar un edificio de dos plantas que abren diariamente para poner a la venta ropa, libros, juguetes… con un de precio de 1 euro… y la voluntad de quien compra como único impuesto.
La repercusión y la difusión de sus actividades están alcanzando tan buena acogida que en estos momentos asistimos a su organización como asociación sin ánimo de lucro que les permita un funcionamiento más ajustado a las necesidades administrativas. Un proyecto vivo, que no ha parado de evolucionar desde su origen…
Podéis encontrar más información en su blog.
miércoles, 8 de febrero de 2012
BUSCANDO UN FUTURO EN LA PREHISTORIA
El Proyecto GESTAR (Gestión Territorial del Arte Rupestre) reúne, además de Saja Nansa, a 6 Grupos de Acción Local del Oriente de Asturias; Valle de Alcudia (Castilla-La Mancha); Aprovélez (Andalucía); Guadalteba (Andalucía); La Serena (Extremadura); y Adecocir (Castilla y León) con yacimientos arqueológicos, abrigos y cuevas ubicadas en entornos de alto valor natural, e incluidos todos ellos en el recientemente declarado Itinerario Cultural Europeo “Caminos del Arte Rupestre Prehistórico”.
El objetivo general del proyecto GESTAR es contribuir al desarrollo social, económico y cultural de los territorios asociados en el mismo, potenciando el aprovechamiento sostenible del patrimonio cultural en el entorno natural. Se trata, en definitiva, de la valorización del arte rupestre de los territorios en cooperación como recurso endógeno para el desarrollo socioeconómico de las comarcas, generando un producto turístico y cultural de relevancia internacional, que mejore la viabilidad de las zonas rurales.
Otros objetivos del proyecto son adecuar la gestión del patrimonio cultural a las necesidades reales de los territorios, contribuir a la gestión territorial del arte rupestre de cada comarca fomentando la creación de empleo, o mejorar la valoración de la población hacia el patrimonio afianzando la identidad cultural de los territorios. También se fomenta el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los socios, la capacitación de los agentes locales para el aprovechamiento de recursos, la promoción de productos culturales, el fomento del intercambio de estudiantes entre los socios del proyecto, así como promover la accesibilidad de las personas con discapacidad hacia el patrimonio prehistórico.
El primer año del proyecto se ha destinado para sentar las bases de lo que podría ser el desarrollo de los próximos años. Cada uno de los socios ha utilizado este tiempo para la reflexión local de cada uno de los casos y el enfoque preciso de su proyección en el futuro. En el caso de Saja Nansa se ha concretado en el desarrollo de un Estudio para evaluar las necesidades de la comarca Saja Nansa para la creación de un producto turístico en torno al arte rupestre y que se ha finalizado recientemente.
Otra actividad fundamental en los objetivos de este grupo ha sido la búsqueda de proyectos afines que muestren suficiente desarrollo como para servir de modelo y experiencia a todos los grupos. Para ello hubo que cruzar la frontera y viajar a Francia, a Les Ezyes, entre el 24 y el 27 de octubre. Acudieron 15 personas representando a los distintos territorios asociados, y allí, de la mano del director del Centro de Acogida de la Prehistoria, Gilles Muchlach , asistieron a una exhaustiva presentación del sitio y del contexto del desarrollo del turismo prehistórico en el Valle de la Vezére . También habló sobre los aspectos económicos de la puesta en valor y gestión del patrimonio prehistórico bajo diferentes modelos de gestión, y comentó cifras y datos de turistas en el valle de la Vézere y de la Dordogna.
Hubo ocasión también para otros encuentros interesantes con responsables de turismo y de los grupos de acción local franceses, que sirvieron para conocer su implicación y responsabilidad en estos proyectos, así como su papel en el ámbito de la gestión y difusión del arte rupestre y de la prehistoria, en aquellos territorios. Resultó muy interesante el contacto con iniciativas privadas empresariales surgidas en torno al recurso patrimonial del arte rupestre, y los detalles de sus experiencias en este sector del ocio educativo.
Por último, se realizaron visitas a distintas instalaciones abiertas al público en el valle (cueva de Font – de – Gaume, Prehisto Parc, Castel Merle, Centro de Interpretación del Arte Parietal de Le Thot…) en el que tomaron contacto con el funcionamiento de las instalaciones, y la magnífica calidad que ofrecen los recursos y los planteamientos mostrados.
Tanto el estudio de los recursos realizado por la ADR Saja Nansa como esta visita ha servido para descubrir las capacidades posibles que tienen nuestro territorios rurales como guardianes y obligados gestores de su patrimonio. Un patrimonio cuyo valor universal y permanente abre un espacio de oportunidades particulares y públicas dentro de un enfoque claramente territorial.
UN IMPULSO AL EMPLEO
El dato de participantes en Impulso Rural, es interesante, ya que ha llegado a despertar el interés de 71 personas desocupadas, de las que 65, voluntariamente, han completado la integridad del Programa asistiendo regularmente a las actividades y tutorías programadas durante 6 meses.
Impulso Rural ha perseguido lograr la adquisición y mejora de competencias, habilidades y motivación en la búsqueda activa de empleo, la identificación y motivación de futuros emprendedores, y la prospección y máximo aprovechamiento de la oferta laboral posible de la zona.
El perfil de los participantes, siguiendo las pautas del Programa en favor de las personas más desfavorecidas para la integración laboral, ha sido de una mayoría de mujeres (58%), con una edad comprendida entre los 25 y los 45 (66%) y baja cualificación (60%)
La prospección llevada a cabo por las dos técnicas responsables ha supuesto la confirmación de una oferta muy escasa en el mercado de trabajo, más metido en los recortes que en el asunto de contratar. Entre las empresas que han ofrecido trabajo al Programa ha habido una mayoría del sector de la hostelería, que tiene el condicionante de su falta de continuidad.
Las acciones formativas impartidas han intentado mejorar la empleabilidad de los usuarios mediante talleres de informática básica, entrevistas, de habilidades sociales, de autoempleo, un curso de primeros auxilios y un curso de carretillas elevadoras.
A la finalización del programa se contabilizó que 52 usuarios (un 80%) han participado en algún proceso de selección, y de ellos, habría 20 personas con algún tipo de contrato o con posibilidades de inserción, que alcanza un 31 %.
Las conclusiones del funcionamiento de este tipo de Programas sería la conveniencia de diseñar estos programas con plazos más amplios que permitieran una estrategia menos circunstancial, ya que sus resultados son muy interesantes si los valoramos en un contexto rural, en un escenario laboral y económico especialmente desfavorable y con un sector de la población de difícil inclusión.
CABROJO
CABROJO (Rionansa) 200 m. de altitud.
17 hombres y 10 mujeres (INE, 2010).
Vivir en Cabrojo es una gozada porque es un pueblo pequeñísimo, tan cerca de la naturaleza que estás inmerso en ella, con todo lo que ello conlleva de sorpresas y de encanto. El aire está como más transparente, y la paz es tan absoluta que el simple campano de una vaca, o algún ladrido destemplado te puede sobrecoger.
La gente de Cabrojo es trabajadora y seria, y es muy acogedora para el recién llegado, como bien nos consta a nosotros. Se granjean cariño y estima, y son uno de los principales motivos que hacen que te sientes a gusto.
Pero vivir en este pueblo es un reto en la medida en que, aunque otrora fuera un pueblo principal, está muy venido a menos y sufre de inexorable despoblamiento. Los mayores recuerdan las huestes de pillos que allí vivían, e incluso enseñan al forastero las casas en que se criaban, algunas sepultadas bajo unas fortificaciones de malezas. Tanta paz a veces es como preocupante, no quedan casi niños, y los que hay no tienen con quien jugar.
En lo que se refiere a servicios y otras necesidades de la actual manera de vivir, Rionansa no falta de nada, ni de servicio de salud, ni de bancos, farmacias comercios de toda clase e incluso supermercados. Aquí el panadero te trae el pan a casa, cosa que no sucede a menudo en las ciudades. A los que se asustan de la distancia, y aseguran que Puentenansa está lejos de todo les suelo contestar que está muy cerca de Carmona y de Lamasón. Pero es cierto que hay que estar dispuestos a recorrer a diario un gran número de kilómetros si se quiere ir a trabajar a algunos de los grandes centros urbanos de Cantabria.
Éste es el reto principal.
ARENAL
La playa es un lugar increíble con tres únicas fronteras, el horizonte, las montañas y nuestro pensamiento.
La playa de Merón, inmensidad infinita de granos de arena, cómplice del sol y el aire, para curtir nuestra piel y mejorar la salud durante el invierno.
Este kilométrico arenal alberga muchos secretos. Silencios enamorados, paseos en libertad donde la limitación es el sanador Mar Cantábrico. Cuando está agitado, lo cabalgan oscuros y aventureros surfistas... Cada trozo de playa es un mundo suave y dorado.
Recibe en el otoño a la ocla, algas arrancadas del fondo por las marejadas. Las recogen los “ocleros”, incluso, por las noches; resuenan los tractores en un devenir de luciérnagas mecánicas sobre la playa, el fuerte olor a mar recorre todo San Vicente. Las secarán sobre los prados para reconvertirlas en el agar-agar.
Sobre la playa, se ven caminitos de unos milímetros de anchura, que desaparecen mágicamente. Son de cámbaros minúsculos, medirán un centímetro, blancos o tostados; corren de lado, sobre todo, cuando consiguen llevarse las gusanas o cebos de los pescadores de playa, enterrándose rápidamente de espaldas en sus cuevas.
También hay almejas de arena, amañuelas, de cáscara finísima; se sabe donde moran por dos agujeros que forman en la arena, producidos por los sifones que utilizan para respirar y comer. Verlas desplazarse a flote, es una maravilla, lo hacen porque almacenan aire en su interior. Son delicadas de carne y sabor.
Había un muro que partía la playa de las olas en dos, para evitar los desplazamientos de la arena; ahora, duerme tapado por ella. De niños, nos divertíamos corriendo por encima en carreras donde la meta era la Peña del Zapato o la mar, o devorar sobre él aquellos inmensos bocadillos caseros...
...Los extraordinarios huevos de raya, las pulgas marinas... ¡Un mundo de oro!
martes, 7 de febrero de 2012
PUEBLOS DE PAPEL
No es habitual encontrar obras que contextualicen su acción en el medio rural; como poco, podríamos decir que son una minoría, y en muchas casos se reducen a una mirada al pasado. Por eso, desde Azul y Verde, estaremos atentos a aquellas obras que intenten reflejar el medio en el que convivimos.
Para esta ocasión, os presentamos una pequeña muestra del libro EN TIERRAS BAJAS, de la escritora rumano-alemana Herta Muller, a la que le fue concedido el Premio Nóbel de Literatura en 2009. El libro está publicado en Siruela.
El pueblo tiene tres callejas, más conocidas como las callejas de atrás, pues una queda detrás de la escuela, la segunda está detrás de la cooperativa, y la tercera queda detrás del correo y termina frente al cementerio.
Las callejas laterales son hileras de casas. Las casas de esas hileras están todas pintadas de color rosado y tienen el mismo zócalo verde y las mismas persianas marrones. Sólo se diferencian entre sí por la numeración. Muy temprano, cuando aún está clareando, se oye en las callejas laterales el cacareo de las gallinas y los graznidos y silbidos de los gansos.
Cuando ya es de día fuera, día claro y con sol, como se dice en el pueblo, el cacareo y los graznidos y silbidos son dominados por las voces de las mujeres, que en el pueblo se llaman amas de casa y conversan por vallas y huertos, lo que en el pueblo se llama cotillear. Los huertos están siempre bien escardados y desyerbados, o, como se dice en el pueblo, bien cuidados.
Las casas del pueblo son limpias. Las amas de casa limpian, friegan, barren y cepillan el día entero, lo que en el pueblo se llama ser casero y económico. Los sábados cuelgan en las vallas sus alfombras persas, que en el pueblo se llaman las persas y son del tamaño de medio patio. Allí son batidas, cepilladas y peinadas antes de volver al cuarto de estar, que en el pueblo se llama recibidor. En el recibidor hay muebles barnizados y oscuros de madera de cerezo o tilo, chapados de nogal o palo de rosa.