LUIS MIGUEL GONZÁLEZ
Desde abril de 2011, la comarca Saja-Nansa ha dado un salto cualitativo en cuanto a la capacidad de proporcionar recursos, tanto a la empresa privada ubicada en cualquiera de los municipios que conforman la comarca, como a cualquier vecino que requiera disponer de medios tecnológicos para mejorar su calidad de vida.
Este hecho ha sido posible gracias al proyecto Riega, promovido por la Asociación de Desarrollo Rural Saja-Nansa.
Este proyecto, describe y justifica la implantación de una red inalámbrica a lo largo y ancho del territorio de esta comarca y que inicialmente venía a mejorar la gestión de los recursos hídricos de la zona, pero en realidad, se trata de una plataforma tecnológica sin igual, para la futura integración de servicios para el usuario, partiendo de la posibilidad de acceder a Internet en movilidad desde cualquiera de las poblaciones de la comarca.
La red, es un entramado de estaciones base, constituidas por elementos radiantes, equipos de comunicaciones de exterior y las infraestructuras necesarias para emplazar herrajes y soportes, cableado, etc. Sin olvidar que muchos de los emplazamientos han obligado a la instalación de energía solar fotovoltaica para proporcionar energía a las estaciones, puesto que no existen acometidas eléctricas en muchos de los depósitos de agua donde se hallan.
La tecnología inalámbrica de comunicaciones utilizada se denomina Wifi, que es la denominación que acordó la agencia Interbrand, para el conjunto de empresas que actualmente fabrican dispositivos que cumplen la norma 802.11.
La evolución de esta norma desde su aparición, ha permitido que los equipos de comunicaciones actuales alcancen transferencias de datos altísimas, en concreto, los equipos instalados en esta red, cumplen el último estándar 802.11n y pueden llegar a transferencias netas superiores a 150Mbps en enlaces mayores a 20 km. Las estaciones de esta red están ubicadas en tres tipos de emplazamientos bien diferenciados.
Por una parte, tenemos las estaciones que forman parte de la red de distribución de señal de televisión, gestionadas por la empresa Abertis, que son los nodos principales de la red, como es el caso de la estación donde se halla el equipamiento de cabecera, Monte Ibio, que interconecta toda la red al exterior, hacia Internet.
En segundo lugar, están las estaciones ubicadas en depósitos de agua propiedad de los ayuntamientos de la comarca, en estas estaciones se produce la toma de datos para obtener un histórico que ayude a una gestión eficiente del agua, mediante dispositivos o sensores capaces de medir nivel, turbidez, cloro, etc. Esta información se envía a la red para ser transportada a un servidor al cual pueden acceder los ayuntamientos para consultar las características del agua sus depósitos y así poder tomar acciones oportunas con rapidez.
Por último, están las estaciones ubicadas en zonas poblacionales, denominadas habitualmente HotSpots (del inglés, punto caliente) que crean lo que llamamos una Zona Wifi. Estas últimas, son estaciones que permiten al usuario acceder a Internet ya sea desde su casa o en movilidad a través de dispositivos portátiles.
Por tanto estamos describiendo en este artículo una red inalámbrica de ámbito exterior y con unas características de acceso y capacidad muy particulares, puesto que pretende dar servicio a cientos de usuarios simultáneamente, a lo largo de una compleja orografía como es la comarca Saja-Nansa.
Hasta ahora hemos descrito el objetivo principal de la red y su alcance físico, pero ¿dónde reside el salto cualitativo que comentábamos al principio de este texto? Pues sencillamente, en que esta plataforma de comunicaciones, transforma a los municipios a los que sirve, en un diamante en bruto donde poder implementar soluciones tecnológicas en el ámbito por ejemplo, de los servicios sociales, la teleasistencia o telemedicina, videoconferencia, gestión telématica de servicios públicos y cualquier otra solución de comunicaciones que se desee implementar en ella. Algunos expertos en este tipo de tecnologías lo han denominado SmartRegion, en aproximación a lo que actualmente conocemos como SmartCities o Ciudades Inteligentes, porque de alguna manera, estamos describiendo una plataforma de telecomunicaciones real, a disposición de aquellos usuarios y empresas que deseen implantar en ella, soluciones y servicios tecnológicos en cualquier ámbito.
Es interesante observar, que una zona de Cantabria casi sin modificar por el hombre, que mantiene virgen gran parte de sus parajes, se ha convertido en un lugar no sólo turístico, sino también residencial, puesto que la conexión con el resto del mundo se produce con similares posibilidades desde cualquiera de los emplazamientos de cobertura, en comparación con las posibilidades de acceso de las zonas urbanas donde se ubican la mayoría de los operadores de telecomunicaciones.
Gracias a esta red, la comarca Saja-Nansa está tan conectada al mundo como cualquier ciudad, por muy remoto que se halle el emplazamiento desde el cual queramos acceder a Internet.
Actualmente, con apenas 2 meses de vida, la red está siendo utilizada para ofrecer conexiones de voz y datos a empresas y clientes particulares, pero sus posibilidades son claramente prometedoras.
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