por Ángeles Sánchez Gandarillas
El turismo que se desarrolla desde el entorno litoral de San
Vicente de la Barquera,
es variado. Quizá, lo más llamativo sea la parte litoral pero, pueden practicar
otros deportes y ocios. La montaña, el turismo histórico, espeleología,
senderismo a través de bosques y riveras, descubriendo su fauna y flora
autóctona; también hay zoos, cavernas con muestras de civilizaciones rupestres,
edificaciones de la edad antigua, media, moderna, incluso la contemporánea;
esta franja se alarga hasta la vecina Asturias, equidistante a todo lo que sea
ocio y disfrute. Es una zona extensa de unos setenta y cinco kilómetros a la
redonda.
Un entorno que hace posible la relajación y aparta al
urbanita de su día a día, sumergido en el estrés laboral, la contaminación de
las metrópolis y las aglomeraciones a todos los niveles.
Se añade además, una profusa oferta culinaria y hostelera, desde
la costa y sus productos de la mar, hasta el interior, carnes, lácteos y los
cultivos de las huertas familiares. Estos núcleos turísticos reciben a tantas
personas, sobre todo en fines de semana, que los problemas para el
estacionamiento, las colas en los comercios y el constante bullicio, hace que
la hipotética búsqueda del descanso del turista, esté, tan atestado como lo que
dejaron atrás.
Sin embargo, este turismo se acoge como “agua de mayo” y se
trabaja duro para que todos ellos descansen; prácticamente, son la única
“industria”, salvo, el sector primario y los servicios, por ello, suaviza las
posibles inconvenientes del ruidoso tráfico, la aglomeración y las eternas
noches de diversión.
Se intenta mantener el estatus sobre determinadas actividades
de ocio, naturaleza y cultura, será una forma de preservar todas las costumbres
y formas de vida que mejorarán esos atractivos turístico, pues, se acercan a
este entorno porque es el mejor del mundo, y los habitantes de este lugar,
tienen la suerte de vivir en él...
¡Bienvenidos y feliz descanso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario