Una de las herramientas de gestión municipal más
interesantes surgidas en la última década ha sido la Agenda Local 21, un
proceso para diseñar un progreso sostenible basado en la participación de los
vecinos y la responsabilidad compartida de los Ayuntamientos, un intento por
consensuar un proceso equilibrado de los aspectos sociales, económicos y
ambientales entre todos los integrantes de un territorio y sus gestores. Nuestra
comarca conoce bien este programa porque, de hecho, los 15 municipios de Saja
Nansa firmaron su compromiso de llevarla a cabo mediante la firma de un
documento, la Carta
de Aalborg, y su ingreso en la Red Local de
Sostenibilidad de Cantabria.
El proceso para su desarrollo debe de cumplir un orden
lógico de etapas que se asemejan a cualquier proceso de mejora: un análisis de
la situación, una programación de actividades que lo mejoren y un sistema de
control de los procesos. En el caso de la Agenda 21 las fases son la preparación de un
Diagnóstico Técnico y Participativo del municipio, el diseño y desarrollo de un
Plan de Acción y el control de un Plan
de Seguimiento regido por un sistema de indicadores.
Aunque las primeras propuestas de este programa surgen en
1992 en la Cumbre
de Río, en Cantabria se inicia con la aprobación y publicación del decreto
10/2004 por parte de la Consejería de Medio
Ambiente, que se encarga de regular los procesos. Desde ese momento la libre
integración de los municipios ha supuesto que nuestros 15 ayuntamientos hayan
ido incorporándose y se encuentren en muy distintas fases del proceso.
LOS TOJOS, MAZCUERRAS, RUENTE, CABUÉRNIGA. El caso más
avanzado de nuestra comarca ( y uno de los más avanzados de la región) lo
encontramos en los municipios que forman la Mancomunidad Reserva
del Saja que acaban de elaborar su II Plan de Acción (2012-2015) en donde se da
especial protagonismo a los aspectos de la movilidad y de calidad de los
servicios. Durante su I Plan trabajaron muy especialmente en la mejora de la
gestión del agua y residuos, teniendo como actividades más exitosas el servicio
de recogida de aceite doméstico y un sistema para la recogida y transporte de
residuos plásticos de origen agrario.
CABEZÓN DE LA SAL. En
noviembre de 2010, tras un extenso proceso de participación, el pleno municipal
aprobó su I Plan de Acción (2010-2014) con 10 líneas estratégicas que aborda
asuntos tan diversos y actúales como el empleo, el patrimonio, la movilidad o
la eficiencia energética.
MANCOMUNIDAD DEL NANSA Y PEÑARRUBIA. Aunque tendrán que
realizar un proceso individualizado municipal, la Mancomunidad del
Nansa (Herrerías, Rionansa, Lamasón, Tudanca y Polaciones) ya ha realizado su I
Plan de Acción mancomunado en el que, entre otras conclusiones, se ha puesto de
manifiesto la importancia que tendría encontrar estrategias turísticas en el
ámbito de los recursos naturales como medio dinamizador de su economía.
Peñarrubia, del mismo modo, se encuentra a la espera de la aprobación en la Consejería de Medio
Ambiente de su I Plan de Acción.
SAN VICENTE DE LA BARQUERA, VALDÁLIGA Y VAL DE SAN VICENTE. Estos
tres municipios se encuentran en estos momentos en la elaboración de su Plan de
Acción, y durante el periodo veraniego convocaran varias jornadas con juntas y
asociaciones y algunos foros participativos para la población, en los que se
recogerán propuestas que sirvan para estructurar líneas estratégicas, programas
y actuaciones que se integren en el Plan de Acción.
UDÍAS. Inició su proceso de diagnóstico en 2008.
La
Asociación de Desarrollo Rural Saja Nansa, consciente de la
importancia de estos procesos participativos en el medio rural, impulsó una
campaña informativa sobre Agenda 21 Local por todos los ayuntamientos de
la comarca que entonces no habían iniciado su puesta en marcha, y han seguido
acompañando a unos cuantos de ellos en su desarrollo mediante colaboraciones
puntuales o distintas asistencias técnicas.
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