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martes, 26 de junio de 2012

"LOS MOROS" DE SAJA NANSA

Cambera de los Moros. San Vicente del Monte
Un rápido vistazo por la historia medieval de nuestra comarca nos lleva a asegurar que la presencia musulmana por el espacio Saja Nansa ha sido prácticamente nula, ya que este territorio, junto con la zona oriental de Asturias se mantuvo prácticamente impermeable a los avances de los conquistadores. Es más, en aquel periodo las pocas referencias de llegada de población relacionados con el avance omeya será la de los pueblos castellanos fronterizos que se ven empujados a cruzar los collados en busca de protección, abriendo algunas vías que alcanzarán importancia más adelante como la de los Foramontanos, los de fuera de la montaña. En cambio, resulta interesante la referencia de muchos lugares, tradiciones  y monumentos al término popular con los que se les conocía, los moros. Apenas hay un lugar en nuestra comarca Saja Nansa que no tenga cerca una cueva, una ruina o unas lastras que no anuncien la presencia mora.
Aunque reconocemos que hemos oído hablar de otros puntos que no sabríamos localizar, podemos hacer un repaso de alguna de las referencias más importantes en la comarca que presuponen una propiedad o industria de los conquistadores:
LA  CAMBERA DELOS MOROS. Calzada romano-medieval en la ladera de la Sierra del Escudo de Cabuérniga, a dos kilómetros de San Vicente del Monte, en Valdáliga.
LA BOLERA DE LOS MOROS. Restos de una fortaleza de vigilancia construida entre los siglos VIII y XI, cerca del pueblo de Piñeres en el municipio de Peñarrubia.
LA LLASCA DE LOS MOROS. Rampa de agua totalmente natural (aunque parezca obra humana) en las inmediaciones de Bustriguado, en Valdáliga.
CUEVA DEL MORO. Cueva famosa por sus grabados junto al río Guado, en las inmediaciones de San Mamés, Polaciones.
CUEVA DEL MORO CHUFÍN. Cueva con yacimiento y arte rupestre en la orilla del embalse de la Palombera, en la zona de Riclones, Puentenansa
LAS MORAS DE CARMONA. La mitología local adjudica este nombre  a las anjanas según la cultura carmoniega, de Rionansa.
Esta coincidencia toponímica se hace más evidente territorialmente cuando se añaden los casos lebaniegos: en Pendes, el Corral de los Moros; en Bedoya, el Molino del Moro; en Enterrías, los Corros del Moro; en Hoyo Cardoso el Tesoro del Moro; en Lebeña, la Cueva de la Mora; en Cahecho, la Cueva de los Moros; en Lon, el Hoyu Moru; en Argüebanes, la Cueva de los Moros; en Lamedo, la Fuente del Moro; en Bejes; Cueto Moro
No es una coincidencia que, en su mayoría, resulten ser lugares muy particulares que reflejan o intuyen la presencia y labor de una población antigua de la que tan sólo quedan restos, ya sean pinturas, grabados o ruinas. Es tradicional en otros puntos de la región, e incluso en otros puntos de la geografía nacional, adjudicar a los árabes el origen de los restos de monumentos históricos remotos, resultando, en líneas generales, dataciones mucho más antiguas que son ajenas a la intervención real de los musulmanes medievales.
Hay distintas interpretaciones de este hecho pero que en su suma, seguramente, sirvan para explicar la diversidad de los casos. Por ejemplo, el caso de Carmona y sus particulares moras, Guillermo Piquero señala el uso antiguo del término “moro” para señalar todo aquello que tiene un origen pagano o alejado de la común civilización: 

…” el origen del topónimo ’moro’ no tiene nada que ver con las personas del mundo musulmán. Para entender su origen basta con repasar la mitología de nuestros pueblos vecinos, en las que dicho término y sus variantes se aplican para definir a los primeros pobladores de sus tierras, que dejaron como testimonio algunos pocos dólmenes, túmulos y construcciones de piedra que han conseguido sobrevivir hasta nuestros días.
En Aragón, a los ‘moros’ se les identifica con una raza humana muy antigua, de gran estatura y fuerza, que construyeron los menhires y dólmenes pirenaicos. También en esa misma zona, se conoce como ’moras’ a las hadas que habitan en las montañas. En este mismo sentido, Manuel Llano recoge la tradición de Carmona y Puente Nansa de denominar ’moras’ a las anjanas.
Moro’ fue antaño sinónimo de pagano, y es muy probable que con la llegada del cristianismo, las gentes más reticentes a la “conversión” se refugiaran en lugares alejados y de difícil acceso, como así parece haber quedado reflejado en la toponimia. Esta identificación con lo pagano también derivo en calificar como ’moro’ a las personas que no habían recibido el bautismo cristiano.”

Otra teoría con un razonamiento que parece muy acertado es la que encuentra su explicación en la coincidencia etimológica entre el término propio de la zona mouro, aplicado a los muros de piedra y el adjetivo latino maurus, moreno, con el que las tropas romanas identificaban a los mauritanos. La cercanía terminó relacionándolos semánticamente, hablar de uno de ellos debió llevar a pensar en el otro término.
En esas explicaciones se debate el artículo que dedica  Palabra Habitada, Toponimia y Medio Ambiente, de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, cuando intenta explicar el caso concreto del Mirador del Moro

La segunda posibilidad, que aquí se sigue, vuelve la mirada a una hipotética raíz prerromana del tipo *MORR-, con el significado de “piedra, roca”. El léxico de Cantabria ofrece ejemplos que darían cuerpo a esta hipótesis, caso de moriazu, voz masoniega que significa “montón de pequeñas piedras”, y moruguetu, aplicada a los montones de hierba, de uso actual en Val de San Vicente y San Sebastián de Garabandal (Ayuntamiento de Rionansa).

Resulta evidente, por tanto, que esa referencia a los moros en nuestro territorio sirve como referencia y testimonio de un pasado remoto indistintamente de su origen. Otra característica propia de este fenómeno toponímico es su localización en las zonas interiores de los valles, por lo que, aprovechando una frase hecha, podríamos terminar diciendo que en Saja Nansa… “no hay moros en la costa

3 comentarios:

  1. Resulta muy curioso, siempre me resultó curioso lo de la cambera de los moros, cuando se suponía que lo habían hecho los romanos. Muy bien.

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  2. ¡Gracias por esta información, me ayuda mucho relacionar la etimología de algunas palabras que oí y oigo a los mayores!!!
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  3. Los moros son una raza mitológica. Manuel Llano recoge varias leyendas al respecto. Una muy interesante es la de las guerras que tuvieron con los ojáncanos. Pero tiene más. García Preciados también tiene varias, como una de la Reina Mora y sus anjanas por la zona de San Vicenti creo. Por el oriente de Cantabria está la del rey moro Tobal y su hija Tobalina, que dominaba esas tierras y cazaba y guerreaba por allí. Hay otras que los vinculan con dólmenes, creo que en Liébana, o que viven bajo castros prerromanos como el de la Ulaña. Interesante también, por su paralelismo , es el de alguna leyenda irlandesa que llama a sus hadas también daneses, probablemente herencia de cuando eran Vikingos paganos. Muy fácil que se halla extendido la significación de moro como "no cristiano" a seres o ideas vinculadas con lo precristiano.

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